En el mundo en
el que vivimos es muy difícil ser bueno en todo momento, porque el resto de
personas a nuestro alrededor no lo son. La sociedad exige una mínima picardía
para sobrevivir y en algunos momentos hay que hacer cosas malas, a veces
queriendo hacerlas y otras sin querer.
"Conviene
que seamos más duros. Conviene que demos una imagen más altanera; nos conviene
saber cuándo gruñir, saber cuándo enseñar las uñas".
Lo importante
en el transcurso de la vida es llegar a la felicidad, hay personas que son
buenas y esto les lleva a alcanzar la felicidad, aunque muchas veces tengan que
renunciar a ella por hacer lo correcto.
"Está
perfectamente bien ser amable con la gente. No es una debilidad en absoluto."
Mientras
que las personas que hacen menos lo correcto pueden llegar a ser más felices
porque se mueven por el interés propio, pero hay veces que ese egoísmo no hace
daño a los demás y no te hace ser malo, la maldad y la bondad depende de la
moralidad de cada uno. Todos estos pensamientos me llevan a una pregunta ¿Qué conseguimos con ser buenos?, yo creo que aunque
en el momento lo correcto no te llega a hacer feliz al final te sientes bien
por haber hecho lo que debías, porque si has hecho lo correcto habrás
beneficiado a alguien.
Así que sabemos la respuesta,
al fin, sobre si deberías haber sido malo todas esas veces o si deberías haber
sido más bondadoso: deberías
haber sido más bondadoso.
Mi conclusión
final, es que siendo malo y egoísta no te pisan, eres feliz en el momento,
aunque al final puedan salir algunos remordimientos, porque te mueves por
intereses propios, pero ¿y si fuéramos todos buenos? el mundo sería mucho
mejor, no habría mentiras y engaños, pero eso nunca podrá pasar porque la línea
que separa la bondad de la maldad está muy difuminada.
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